Esta práctica, que combina arte, fe y cultura, atrae a miles de visitantes locales y extranjeros que se maravillan con la dedicación y el talento de las personas que las crean.
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Las alfombras, que son elaboradas principalmente con aserrín, flores, frutas y otros materiales naturales, son una verdadera expresión artística. Desde diseños geométricos hasta representaciones de escenas bíblicas, cada detalle cuenta una historia y transmite un mensaje de esperanza y renovación.

Durante la Semana Santa los habitantes de diferentes lu se reúnen para trabajar en la creación de estas obras maestras. Familias enteras participan en el proceso, que puede llevar horas o incluso días de preparación. La colaboración y el sentido de comunidad son fundamentales, ya que cada miembro aporta su creatividad y esfuerzo para dar vida a estas impresionantes alfombras.

Sin embargo, no solo son un deleite visual, también son un acto de fe. Para muchos guatemaltecos, la creación de estas alfombras es una forma de rendir homenaje a la pasión de Cristo y de expresar su devoción.